
No son del mundo consagrados en la verdad
Jesús ora por nosotros antes de su Pasión. Nos envía al mundo, pero no somos del mundo. Su Palabra es verdad, y en ella estamos consagrados.
Jesús ora por nosotros antes de su Pasión. Nos envía al mundo, pero no somos del mundo. Su Palabra es verdad, y en ella estamos consagrados.